Esta Historia me la
cedió una compañera Castellana, afincada en Asturias, a la que tengo mucho
aprecio y valoro tanto personal como profesionalmente.
Gracias S.B.E.
Tres amigas enfermeras, de la misma promoción, están de vacaciones
en Asturias. Acaban de cenar y buscan un bar de copas con buena música para
rematar la velada. Llegan a un pub de moda en el que hay pocos clientes, quizá aún es pronto.
Las tres reparan en una pareja que discute en la barra:
.- “Problemas de amores”,
seguro, la eterna pelea, comentan.
Piden algo de beber mientras conversan al
ritmo de buena música. Al cabo de una hora deciden marcharse y observan que aquella pareja sigue sin llegar a
un acuerdo, pero no parece grave.
Tras visitar un par de bares más, deciden retirarse al Hotel. Pasan por el
primer garito para recoger el coche aparcado. Al acercarse observan una
joven que les grita alarmada pidiendo ayuda.
.- ¡¡¡Auxilio, ayuda, necesito ayuda!!!
Es la chica de la pareja que
discutía.
Acuden corriendo. El muchacho está sentado en el suelo, casi sin
conocimiento, en medio de un charco de sangre se agarra torpemente la muñeca
derecha envuelta en un pañuelo. La mujer les cuenta que en la discusión se
rompió un vaso y se cortó accidentalmente. Al examinar la herida se
aprecia claro por el sangrado que se ha seccionado
una arteria. Es preciso
trasladarle cuanto antes a un Hospital.
Ha perdido ya mucha sangre, está pálido y a duras penas mantiene la consciencia. Le hacen un torniquete improvisado con lo que tienen a mano (una goma del pelo y un palo que gira para mantener la tensión). Entre las cuatro le meten en el coche.
Lorena aprieta con fuerza la herida. Susana trata de mantenerle
despierto haciéndole preguntas y mismo tiempo, comprueba el grado de
consciencia y orientación del muchacho. Nerea conduce mientras trata de tranquilizar
a la novia, a la que han sentado delante porque está demasiado nerviosa y más que ayudar, estorba.
Deciden ir al Centro de Salud. Susana conoce la zona y sabe que es lo que hay más cerca. El tiempo corre en contra, pero llegan enseguida. No les hacen
esperar, enseguida les ayudan a poner al chico en una camilla. El médico sabe qué
hacer y organiza el trabajo. La enfermera del Centro es muy joven, ha terminado
sus estudios hace nada y se muestra algo insegura. Susana toma el control y
canaliza dos vías venosas sin casi mirar. Así deja que la titular avise a una
ambulancia medicalizada para trasladar al paciente a un Hospital lo antes
posible. Para Susana nada de esto es nuevo, tiene años de experiencia detrás.
Aquello se convierte en un auténtico concierto de trabajo en equipo. Mientras,
le toman las constantes, cambian el torniquete por un manguito de presión,
comprueban el alcance de la herida, estabilizan al paciente.. Está pálido,
débil, mareado, pero no pierde el conocimiento y el sangrado se mantiene
controlado.
Por fin llega la ambulancia. Se lo llevan al hospital ya estabilizado.
La novia se deshace en agradecimientos. Sabe que si aquellas tres chicas no
llegan a aparecer, podría haber perdido a su novio. La enfermera del Centro de
Salud está contenta y también agradecida. Con el tiempo sabe que llegará a
desenvolverse con soltura.
Las tres amigas se van al hotel, satisfechas, exhaustas, nerviosas aún,
con una anécdota nueva que contar. A veces pasa, menos mal que pocas.
4 comentarios:
Según lo iba leyendo iba aumentando la velocidad de lectura para ver que pasaba. Bonita historia y mejor con final feliz.
Muchas gracias, me alegro de que te haya gustado.
No se como he llegado hasta tu blog, pero te aseguro que lo seguiré viendo, ma ha gustado mucho la historia. Felicidades y a seguir dando ánimo a los enfermos pues haceis un trabajo encomiable. saludos desde Conil ( Cadiz). ve mi blog
Gracias Jesús, por leerme y comentar. Ya sabes que cuando tus lectores se hacen visibles uno se siente mucho más... real. Un abrazo, espero seguir viéndote por aquí. La próx vez comenta como Nombre/Url y todos podremos acceder directamente a tu blog. Un saludo.
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