Recordamos cómo se pueden pedir, quién pide y leemos los acuerdos internos de la planta:
REUNIONES
PARA GESTIONAR VACACIONES:
Normas
internas:
.- No pueden coincidir en un
mismo período más de tres personas
.- Seguir el orden de la lista
establecida, la primera que elija pasará
a ser la última al año siguiente y así sucesivamente.
.- El personal nuevo se
añadirá al final de la lista por riguroso orden de incorporación al Servicio.
.- Las trabajadoras que estén
de baja en el momento de la reunión, si prevé poder disfrutarlas, también
elegirá en su orden.
.- No entrarán en la rueda las
enfermeras adscritas al servicio que no estén prestando servicio en él
(permisos sin sueldo, cambios de unidad, excedencias, liberaciones sindicales,
bajas maternales, comisiones idas, puestos de libre designación….)
.- En una primera vuelta se
elige una quincena por persona.
.- Una vez completada la
vuelta y teniendo en cuenta lo que vaya quedando libre, en la segunda vuelta se
elige la segunda quincena o por semanas.
.- Después de la segunda vuelta, si queda algo libre, quedarán a disposición de quien los pida.
Y cumplimos, ¿qué remedio?
Hicimos la reunión.
Después de
seguir las normas y lograr estar todas de acuerdo, han quedado unos días en
septiembre libres para elegir dos personas.
Los solicita Asun. Es la más
antigua y por ello, la que tiene más días para pedir. Antes de hacerlo lo ha
comentado en la planta. Nadie se ha mostrado interesada en esos días.
Sin embargo, la supervisora observa que les vendría
bien a otras dos enfermeras que han dejado sin pedir una semana. Asun ya había
hablado con ellas y no tenían inconveniente en cederle el período porque no se
decidían. La supervisora las aborda y las convence de las ventajas de
disfrutarlo y como entiende que Asun ya ha pedido su período legal del año y
sus compañeras no, rechaza la petición de Asun y se lo deniega.
Asun se enfada,
solicita que se sorteen, no está de acuerdo con el criterio de la super.
La supervisora dicta sentencia, si concediera los días a Asun, ésta tendría un mes y medio de
vacaciones seguidas y a su juicio, es desproporcionado e injusto. Se niega a
sortearlo y concede los días a las otras compañeras que, dicho sea de paso, no
saben qué hacer porque no quieren discutir con Asun pero tampoco quieren
disgustar a la supervisora.
¿Puede una supervisora erigirse en juez de lo que
le parece más o menos justo?
¿Debería haber optado por el sorteo?
¿Ha sido imparcial?
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